Hace muchos años, me invitaron a una partida de Dungeons & Dragons (D&D). No tenía ni idea de qué era. Pensé que sería algo parecido a un juego de mesa o tal vez un Monopoly de fantasía. Pero lo que encontré fue algo completamente distinto: una experiencia de imaginación, colaboración y emoción que me atrapó desde el primer momento. Desde entonces, he vivido mil aventuras en mundos que no existen… salvo en nuestra imaginación.

Si estás leyendo esto, es posible que también tengas curiosidad por este juego del que tanto se habla, especialmente ahora que aparece en series como Stranger Things o The Big Bang Theory. Pues déjame contarte algo: Dungeons & Dragons no es solo un juego. Es una forma de contar historias con amigos, donde tú eres el protagonista.

¿Qué es Dungeons & Dragons?

Dungeons & Dragons es un juego de rol (RPG, por sus siglas en inglés). En vez de seguir un guion o apretar botones, tú y tus amigos interpretáis a personajes en una historia que van creando juntos. Uno de vosotros se convierte en el Dungeon Master (DM), que actúa como narrador y guía del mundo. Los demás jugadores interpretáis a vuestros propios personajes: valientes guerreros, sabios magos, pícaros encantadores, clérigos devotos, y muchos más.

Cada partida de D&D se desarrolla como una especie de historia interactiva. El DM describe la escena: "Entráis en una caverna oscura, el aire está húmedo y huele a moho. Al fondo, escucháis un gruñido gutural…" Tú decides qué hacer: "Me acerco sigilosamente con mi daga lista", o "Lanzo un hechizo de luz para ver mejor". Y dependiendo de tu personaje, sus habilidades y las tiradas de dados… el resultado puede cambiarlo todo.

Crear tu personaje: Tu primer héroe

Una de las partes más divertidas de jugar a D&D es crear tu propio personaje. No solo eliges su raza y clase (por ejemplo, un elfo mago o un enano guerrero), sino también su personalidad, sus ideales y su historia.

¿Es un huérfano criado por ladrones que ahora busca redención? ¿Una clériga noble que lucha por la justicia? ¿Un bárbaro que solo quiere encontrar el camino a casa? Tú decides quién eres, cómo hablas, cómo piensas. Lo más bonito es que, con el tiempo, ese personaje evoluciona contigo. Sube de nivel, aprende nuevas habilidades, sufre pérdidas, hace amigos… y tú estás ahí, viviendo cada momento.

¿Y los dados? ¿Cómo se juega?

En D&D, los dados no son solo accesorios: son los árbitros del destino. El dado más icónico es el d20 (de 20 caras), que se utiliza para casi todo: atacar, esquivar trampas, convencer a un guardia, trepar una muralla…

Imagina que quieres saltar de un tejado a otro. El DM te dice: "Haz una tirada de Atletismo". Tomas tu dado de 20 caras, lo lanzas y… ¡todo puede pasar! Un 1 significa que fallas estrepitosamente y puede que te rompas una pierna. Un 20 es un éxito crítico: haces una voltereta y caes de pie, como un héroe de película. Esos momentos de azar y tensión crean escenas épicas, divertidas y, a veces, inolvidables.

Una historia compartida

Lo que realmente diferencia a D&D de otros juegos es que no hay un único camino, ni un final predefinido. Todo depende de lo que tú y tu grupo hagáis. Tal vez entréis en una mazmorra para recuperar un artefacto robado, pero terminéis negociando con un dragón, o aliándoos con un ladrón encantador que les cambia la misión por completo.

Cada grupo vive su propia historia. Algunas partidas duran solo una tarde; otras, llamadas campañas, pueden extenderse durante meses o incluso años. Con el tiempo, esos personajes y sus vivencias se sienten reales. Y es que lo son, de alguna manera. No en el mundo físico, pero sí en el recuerdo de quienes los interpretaron.

No necesitas saberlo todo

Una de las dudas más comunes entre nuevos jugadores es: “¿Tengo que leerme un manual enorme para jugar?”. La respuesta es: no. Puedes aprender lo básico en la primera partida. Es más, muchos jugadores experimentados prefieren que los novatos vengan sin saber demasiado, porque eso les permite descubrir las cosas a medida que juegan, como haría cualquier aventurero en un mundo desconocido.

Al principio, te bastará con saber quién es tu personaje, qué puede hacer y cuándo tirar los dados. El resto lo aprenderás sobre la marcha. Y no te preocupes si cometes errores. Todos lo hacemos, incluso después de años jugando. Lo importante es divertirse, imaginar juntos y disfrutar de la historia.

¿Qué necesito para empezar?

Para jugar una partida de D&D, necesitas:

• Un grupo de 3 a 6 personas (aunque hay campañas en solitario también).
• Un manual básico (o una guía rápida, muchas son gratuitas).
• Una hoja de personaje (hay plantillas online).
• Un conjunto de dados (especialmente el d20).
• Y sobre todo: ganas de imaginar, reír y contar historias.

Muchas personas comienzan jugando online, por ejemplo usando plataformas como Roll20, Foundry VTT o simplemente por videollamada. También hay servidores de Discord dedicados exclusivamente a partidas. Pero si tienes la oportunidad de jugar en persona con amigos, ¡hazlo! Nada reemplaza esa sensación de vivir la aventura cara a cara.

¿Por qué engancha tanto?

La respuesta es simple: porque conecta con lo más humano que tenemos: la necesidad de contar y vivir historias. D&D te permite ser quien quieras, explorar mundos imposibles, tomar decisiones importantes, fallar, triunfar y sentir. En una sola sesión puedes reír, emocionarte, gritar de tensión o incluso soltar alguna lágrima. Y al final, te quedas con recuerdos que duran años.

Además, jugar a D&D mejora tu creatividad, tu habilidad para resolver problemas, tu empatía y tu capacidad para trabajar en equipo. Pero sobre todo, crea lazos entre personas. Algunos de mis mejores amigos los conocí en una mesa de juego. Y tú podrías vivir lo mismo.

¿Te animas a dar el primer paso?

Si alguna vez soñaste con ser un héroe, una heroína, un explorador, un hechicero o incluso un bardo que canta mientras lucha… Dungeons & Dragons te está esperando. No necesitas experiencia, ni saber todas las reglas. Solo necesitas ganas de jugar, de imaginar y de compartir una historia con otras personas.

Créeme: la primera vez que lances un dado y veas cómo tu acción cambia el rumbo de una historia, sabrás que has encontrado algo especial. Una forma de juego que no solo entretiene, sino que también conecta, enseña y emociona.

Bienvenido a la aventura; te esperamos en nuestra mazmorra