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Magic regresa a su entorno japonés en Kamigawa: Dinastía de Neón, marcando el primer conjunto de ciencia ficción del juego con una estética cyberpunk. Más de 1200 años después de la Guerra de los Kami, el plano combina ninjas y samuráis con una tecnología futurista nunca antes vista en Magic. Kamigawa: Dinastía de Neón destaca el contraste entre el pasado y la nueva era tecnológica, con los colores del maná tomando posiciones definidas en este conflicto.
Después de años de espera, Magic finalmente regresa al entorno inspirado en Japón que se convirtió en un clásico desde la visita original en 2005. Pero Kamigawa: Dinastía de Neón tiene un giro adicional bajo su manga de kimono. Han pasado más de 1200 años desde los eventos de la Guerra de los Kami retratados en el bloque original de Kamigawa. Aunque los ninjas y los samuráis aún existen, la tecnología del plano es ahora definitivamente futurista, más allá de cualquier cosa que se haya retratado en cartas oficiales de Magic antes, convirtiendo a Kamigawa: Dinastía de Neón en el primer conjunto de ciencia ficción del juego, específicamente utilizando la estética cyberpunk.
Producido por un equipo liderado por el diseñador principal Mark Rosewater, este esperado regreso a Kamigawa se centra adecuadamente en el conflicto entre la tradición y la modernidad. Las 302 cartas del conjunto pertenecen a una de estas dos filosofías, ya sea describiendo las maravillas del nuevo mundo mecanizado o la cultura sobreviviente del pasado. Cuentan con ilustraciones de famosos artistas de manga, incluido Tetsuo Hara, famoso por Puño de la Estrella del Norte. Un tratamiento destacado está reservado específicamente para los ninjas y los samuráis, mientras que 10 tierras básicas de arte completo tienen ilustraciones inspiradas en el clásico estilo japonés ukiyo-e, popularizado en Occidente por la icónica pintura de Hokusai "La gran ola de Kanagawa".
Kamigawa: Dinastía de Neón juega con el contraste entre lo que queda del pasado del plano y lo que define la nueva era tecnológica. Los colores del maná toman una clara posición en este conflicto, con el azul inclinándose más hacia la modernidad y el verde preocupándose más por la tradición. El rojo se encuentra cerca del azul, mientras que el blanco solo está después del verde en su dependencia de las formas del pasado. El negro se sitúa exactamente en el centro de esta dicotomía, beneficiándose de ambas corrientes.
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